miércoles, marzo 28, 2007

Alzheimer galopante

Tenía una entrada buenísima pensada para hoy pero se ha largado de mi cerebro. Yo no sé si es porque últimamente duermo menos o qué, pero cada vez se me olvidan las cosas más fácilmente. Igual debería ir al médico, por si me encuentran una poquita de Alzheimer o algo, porque con lo joven que soy no es normal que se me olviden las cosas a la primera.

Ayer Flat y yo nos pusimos a hacer para cenar una quiche de verduras y queso de cabra que nos salió riquísima. Ayer Flat se puso a hacer para cenar una quiche de verduras y queso de cabra que le salió riquísima, mientras yo miraba e intentaba aprender algo del maestro de las varillas. Previamente yo había hecho toda la compraza, así que en algo ayudé. El que no ayudó nada fue Ann, que a mitad del proceso nos llama diciendo que no sé con que andan con que le dijeron lo de la MTV y que al final no sabe, que él donde le paguen más. Y así fue como se subió un maromo a casa sin que nos enterásemos ni de dónde había salido. Mientras ellos hacían sus cositas, Flat y yo cenábamos con Zapatero, que salía en la tele. Qué arte, unos tanto y otros tan poco.

Y es que dice Piscu que es independizarte y no follar nunca. Que cuando tienes casa, es como cuando no tienes pareja, que pierdes el sex appeal total. Y que cuando no tienes casa y estás ennoviado, pues las posibilidades de que te salga el polvo del año son infinitamente mayores. Yo se supone que debería estar más o menos balanceado, y el que se supone que no es Ann, pero definitivamente esta teoría es una falacia, porque es -de lejos- al que más polvos le salen.

Y yo no sé qué pasa pero siempre acabo hablando de lo mismo: mi casa, mis roomies, comida o pollas. ¿Estaré obsesionado? Pues igual sí.
[Mood: Se me ha olvidado]
[My iPod says: Pet Shop Boys - Always on my mind]

martes, marzo 27, 2007

Odiando a Mistetas

Como -supongo- ya leísteis en JNSP la crónica de la fiesta, sólo diré que me lo pasé muy bien y que fue muy entretenido, aunque la gente no bailó nada. Terminó a eso de las 3 y allí llegó nuestra gran indecisión. ¿Qué hacemos, qué cara ponemos? Alguien tomó las riendas de nuestras vidas y yo me dejé llevar totalmente, a un sitio horrible: la Sala Sorra. Y el que quiera, que traduzca del catalán.

Una vez allí, rodeados de tucanas*, los jenesaispoperos, Toledeitor y lady_olé & co. nos pusimos a bailar al ritmo de lo de Paulina Rubio, Chakira Chakira, Ricky Martin y todas esas cosas horribles. A destacar, las grandísimas aportaciones de Tata Golosa (y los micrófonos, que pasará a ser nuestra frase de este viaje, después de coño) y ese cierre final con sevillanas y Eros Ramazzotti. Nos dispusimos a irnos rodeados de las susodichas tucanas e incluso Patata y Toledeitor estuvieron a punto de enzarzarse a bofetones con algunas de ellas, que querían colarse en la cola del ropero, que resultó ser como Albania pero ahora.

Regresamos a casa en táxis (qué fácil nos ha resultado cogerlos en Barcelona, la verdad, con lo que es Madrid en este aspecto) y estuvimos a punto de vomitarle a conductor (que solo hablaba catalán) en toda la tapicería. Pero no porque hablase solo catalán -que eso en el fondo nos daba igual- más bien porque teníamos los estómagos hechos polvo. Le buscamos al señor nuestra calle en el callejero (financiación del GPS para los taxistas ¡YA!) y nos llevó hasta una churrería cerca de nuestra casa, porque había deducido por nuestra conversación que Piscu y yo estábamos a punto de hincarnos el diente del hambre que teníamos. Qué majo, la verdad.

Una vez subidos los 20 tramos de escalera que llevan a la residencia patatil, llegó el momento del terror: Patata fue al baño y de repente empezamos a oír ¡no, no, no puede ser verdad, no! Yo me acojoné pensando que la estaban violando o habían robado en la casa (¡ja! con el desorden que teníamos allí Piscu y yo como si eso se fuera a notar), y me acerqué a ver qué había sucedido. Pues resulta que nuestro querido Mistetas se había cagado DENTRO de MI maleta. Por suerte la ropa no estaba manchada, pero la plasta (ligerita, para más señas) estaba ahí. Así que a eso de las 6:30 de la mañana, ahí estábamos la Patata y yo, vestidos de fiesta, limpiando mierda de gato y metiendo mi portatrajes-ya-sé-que-es-más-grande-de-lo-que-debería-pero-este-tipo-de-maleta-no-hay-que-facturarla (thanks god for the nylon!) en la lavadora. Finalmente nos fuimos a la cama, no sin que antes yo hubiese maldecido a todo el reino animal.

A la mañana siguiente nos levantamos tardísimo, pero la Patata nos preparó una paella riquérrima con la que pudimos olvidar nuestras resacas y disfrutar de una perfecta tarde-no-me-voy-a-mover-del-sofá-ni-de-coña jugando al SingStar. Yo descubrí que Build Me Up Buttercup de The Foundations es la canción que se me da mejor del mundo, seguida por Always On My Mind de Pet Shop Boys. Con esas dos canciones, según dice el SingStar, canto bien. ¡Qué arte! ¡Por fin!

Poco a poco vencimos la pereza y nos duchamos para salir a cenar, en un restaurante de bocadillos ricos, ricos pero hechos con pan casero que hacen en el momento. Planet Farcit creo que se llamaba. Allí, en habiendo bebido bastante vino, montamos una que yo creía que nos iban a echar, sin parar de hablar de sexo, mentiras y cintas de vídeo. Nuestra conversación estaba entretenidísima (un poquito escatológica a veces) y yo me reía a carcajada limpia, pero sorprendentemente nadie llegó a llamarnos la atención (y la verdad es que entendería que lo hubieran hecho). Luego nos fuimos a tomar unas copichuelas, cambiamos la hora y a casa a dormir, que a la mañana siguiente, teníamos que estar en el aeropuerto a las 12, las antiguas 11. Por suerte, el gato no se había cagado esta vez.

El domingo desayunamos croissants que trajo Juice y pillamos el aerobús para ir al aeropuerto. El vuelo salió a su hora pero ni nos enteramos porque todos dormíamos como benditos. Una vez en Madrid, constaté que vivir solo es un horror. Da igual lo cansado que estés, porque cuando vuelves de viaje la lavadora la tienes que poner tú y nadie más que tú. Qué horror.

*TUCANA: Dícese del maricón (de extrarradio o no) que tiene los atributos propios de una tucana, siendo estos: pelo en cresta, mullet largo más o menos hasta los hombros, pecho descubierto y medio musculado (opcional), poros abiertos, piercings y tatuajes y completamente sudado después de una noche de fiesta con sus amigas las gayheteras mariliendres.
[Mood: Pues un poco así, así.]
[My iPod says: The Foundations - Build me up buttercup]

lunes, marzo 26, 2007

We're from Barcelona

La verdad es que yo, siempre que he ido a Barcelona, he vuelto encantado. Ahora mismo, la verdad es que -desgraciadamente- no puedo decir lo mismo. Es una ciudad preciosa y la gente es encantadora pero... ¿qué pasa con Barcelona de noche? ¿Por qué está medio muerta? No lo entiendo, y me da muchísima pena, porque me parece que podría llegar a ser, completamente, the place to be.

Llegamos el jueves por la noche a una hora obscena, que se convirtió en una hora muchísimo más obscena gracias a un accidente en la carretera que une El Prat con Barna, que nos mantuvo retenidos en el Aerobús durante un tiempo infernal. La verdad es que nos quejamos mucho, pero no hay nada como ese metro entre Barajas (antiguo, claro) y el centro. Una vez en casa de la Patata, que hemos ocupado durante todo el fin de semana, conocimos a Mistetas y cenamos un poco de de embutido y pan integral, todo especialmente light. La noche acabó con unas risotadas tremendas viendo porno en los canales locales, que es algo que sucede bastante a menudo en nuestras vidas.

El viernes nos levantamos escandalosamente pronto (todavía me pregunto el motivo) y salimos de urgencia a hacer unas chapas para la fiesta (que se nos habían olvidado) por las que nos cobraron casi un riñón, un pulmón y parte del hígado. Después paseamos por Gracia y las Ramblas (eso es un poco mercadillo de Chinatown con tanto puesto de animalito, ¿no?) y terminamos comiendo en El Taxidermista, un sitio con comida rica a un precio más que decente. Caminando, nos dirigimos hacia el hogar de La Patata y Juice, y por el camino compramos los ingredientes de la tarta que habíamos convenido en hacer para la fiesta. Una vez en casa, duchas, afeitados, carreras, ropajes, ¿estoy guapo?'s, tartas, últimos retoques a las sesiones, nervios y -finalmente- un taxi hasta la calle Casanova, 75; donde iba a ser nuestra fiesta. Todos éramos un manojo de nervios... ¿Llegarán a tiempo a la fiesta?

Esta tarde, crónica fiestera en Jenesaispop.com
[Mood: Me temo que me sigue durando la resaca]
[My iPod says: Jenesaiscast Marzo 2007]

jueves, marzo 22, 2007

Perdiendo el norte

Hay veces que perdemos el norte hablando de según qué cosas. Con todo esto del juicio del 11-M, he escuchado a muchísimos periodistas decir verdaderas barbaridades, algunos incluso haciendo de sus propias opiniones, opiniones de todas las víctimas.

En estos momentos de crispación, de vergüenza ajena que estamos viviendo en este país, no puedo dejar de recomendar una magnífica entrevista que le han hecho a una verdadera víctima que -para mi sorpresa- pertenece a la AVT. Como siempre, hay de todo en todos los lados.

Y para terminar, me quedo con una de sus frases, que me ha parecido obscenamente cierta: "A Luis del Pino [periodista, autor de buena parte de los episodios conspirativos] yo le he oído decir una cosa que me hizo mucho daño: '¿Quién ha salido ganando con el 11-M?' Pues tú mismo. Que no te conocía nadie y ahora tu libro se vende a mansalva en El Corte Inglés".

Por si, en algún momento de violentas afrentas políticas, nos da por generalizar o por lanzarnos las víctimas de un lado a otro. Que no es justo.

Y esta noche, ¡comando BCN en dirección a la fiesta Jenesaispop!
[Mood: Are you ready for party?]
[My iPod says: Justice vs. Simian - We are your friends]

miércoles, marzo 21, 2007

¡¡¡Pillados!!!

Mi jefe me acaba de pillar con todo el interneterío abierto. Rollo Gmail, el blog, y todo por toda la tela. Evidentemente, esto iba a pasar antes o después, pero la verdad es que da un poquito de palo. Tengo bastantes ganas ya de que se vaya uno de los que curran aquí, porque pretendo quedarme con su mac. El chico en realidad no me cae muy mal, pero su ordenador me gusta más que el mío. A mí me plantaron en esta mierda de Windows a pedal y él tiene un mac, que aunque sea del siglo III, pues funciona como un mac. Es decir, que cuando pulsas Comando+H en un momento de histeria, la aplicación se esconde y aquí paz y después glory hole. Además, yo estoy acostumbrado a mi pequeño iBook, y este sistema para mí es un infierno barroco.

Hay que ver la cantidad de trabajo que lleva una casa, releches. Haga lo que haga, parece que no termino nunca de hacer nada. ¡Cada día es como una nueva aventura! Ayer hice mi primera compra, y fiel a mi estilo, aunque parecía que llevaba de todo y me gasté casi 30 lereles, cuando llegué a casa entendí que todo se me había ido en... en... en... pues no sé, pero en algo se me debe haber ido. [mode abuela] Hay que ver lo poco que cunde el dinero desde que nos pusieron los euros [/mode abuela]. Después, da igual lo que hagas: ¿que te haces la comida del día siguiente? Friega. ¿Que pones una lavadora? Tiende. ¿Que la ropa tendida ya está seca? Plancha. Es como una especie de bucle anarcotemporal en el que me siento muy poquito cómodo, la verdad.

Bromas a un lado, resulta que hoy he tenido mi primera crisis pesadillaica. Es decir, hoy he soñado por primera vez que no había acabado la carrera y lo he pasado fatal. Sé -por experiencia de Supervago- que esto dura hasta más allá de los 27, y la verdad es que estoy a punto de darme electroshock o algo, a ver si se me pasa, porque qué angustia. Lo peor era que por muchos transportes que cogiera no llegaba nunca y he sudado como un cochino. Qué estrés, de verdad.

Pero sin duda, lo peor de lo peor, es que no tengo ningún abrigo en casa todavía, así que estos últimos días me estoy congelando. Hoy subiré a cenar enca'mispadres porque es el cumpleaños de mi madre, así que a ver si me bajo algo de ropa de abrigo, que me muero de frío. ¡Hace frío! Síííííí qué frío.
[Mood: Al final no he comprado nada a Álex, porque estoy sin panojas. Pero que conste que me estoy esforzando para darle una sorpresa barata en algún momento...]
[My iPod says: LCD Soundsystem - LCD Remixed]

martes, marzo 20, 2007

Te he grabado un CD

Resulta que hoy llego al trabajo y no me funciona el Gmail, que es mi herramienta de trabajo básica. Bueno, en realidad Gmail no tiene nada que ver con mi curro pero me distrae un porrillo y además por ahí es por donde (tal y como os hemos comentado miles de millones de veces) elaboramos todos los días Jenesaispop.

El día de ayer transcurrió sin demasiada pena ni gloria, excepto por el subidón que me dio recibir en la redacción el discazo D-I-S-C-A-Z-O lleno de temazos T-E-M-A-Z-O-S de uno de los grupos españoles que más me gustan, que empieza por A y termina por d. ¡Adivinen! ¡Se admiten apuestas! Yo os voy avisando ya de que estoy requetenganchado, y no veo el momento de que salga.

Anyway, ayer fue el día de repartir las tareas de la casa, así que casi acabamos dejándonos de hablar. Al final parece que hemos llegado a un acuerdo, pero a ver si nos dura, porque somos muy poco serios (y muy vagos) los tres.

Aprovecho, de todos modos, para hacer publicidad de la fiesta que daremos este finde que viene en Barcelona, y a la que servidor asistirá puntualmente. El flyer es la rehostia, pero a los del Sweetcafé no les ha debido parecer tan bonito porque no lo han puesto en su blog. La verdad es que cuando yo lo vi, me encantó, así que ¡¡¡todos a felicitar a iko!!!


[Mood: Hoy es el cumpleaños del brasileño, así que me estoy rompiendo la cabeza para ver cómo puedo sorprenderle... ¿Sugerencias?]
[My iPod says: Pues el disco al que estoy súperengachado, ¡no te jiba!]

lunes, marzo 19, 2007

Operación mudanza: ¡completada!

Ha costado, pero todos sabíamos que iba a llegar. Ya estoy viviendo en mi nueva casa, me mudé el viernes por la noche, después de que los del calentador se pasasen el viernes por la tarde a arreglarlo. Así que me cargué los bártulos al hombro y me fui con la música a otra parte, casi un mes después de la fecha acordada en la que me iba a independizar.

Para celebrarlo, el sábado fue la fiesta de inauguración para los Jenesaispoperros. Yo me divertí muchísimo y me lo pasé fenomenal, entre otras cosas porque me agarré un pedo interesante. La cosa empezó con vino blanco, siguió con casi dos botellazas de Cacique y alguna más de vino tinto y terminó con Patata dormida en un sofá, Farala completamente borracho y Patri escribiendo en nuestra pizarra de la cocina frases célebres como "Putas NO, Princesas SÍ, Farala y matrimonios SÍ" (!).

Por lo demás, el fin de semana ha sido muy tranquilito. El viernes noche estuve organizando, el sábado la fiesta empezó a las 21 y acabó a las 4 de la mañana (ningún vecino llamó a la policía ni a los GEOS, ante mi sorpresa) así que no salimos; y ayer domingo, Claudio se pasó por casa para cenar. De paso estuvimos viendo Sorpresa Sorpresa, que se ha vuelto a convertir en ese programa de culto que no deberíamos perdernos. Qué grande es Isabel Gemio, y qué frases tan fantabulosas suelta.
¿Cuántos hijos tiene usted?
Ocho, pero en realidad trece.
Ah! Porque los otros cinco han muerto, están muertos, ¿verdad?

Y cosas por el estilo, en plan "No me robéis el protagonismo". Durante el programa me estuve haciendo la comida para hoy, y ha quedado patente que necesito refrescar los conocimientos culinarios que adquirí en Bélgica, porque vaya salsa de queso con tomate más mala que me salió. Ya verás, hoy me pasaré todo el día con una barrita en el estómago, como Ann O'nadada.

PD: Alguien me pidió la lista de canciones que utilizo en los momentos de más bajón. Está en el primer comentario de esta entrada.
[Mood: Qué gustirrinín da tardar sólo 15 minutos en llegar al curro]
[My iPod says: Amália Rodrigues - Gaivota (y dale con el fado...)]

viernes, marzo 16, 2007

Diario de viaje (IV): Lisboa - F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E.

Nos habíamos quedado conmigo aterrizando en el aeropuerto de Matalascañas Barajas, volviendo de Lisboa, con una pesadumbre acojonante y escuchando una de mis listas de reproducción preferidas, ideales para este tipo de momentos, que se llama Caras largas. Espero que os imaginéis el tipo de música que contiene esta lista, ¿no? Pues todas las canciones más tristes de la historia. Si cualquier persona normal escuchase esta lista, probablemente decidiera cortarse las venas inmediatamente, o atracarse de barbitúricos. Creo que muy pocos la soportarían. ¿Por qué cuando estamos tristes nos da por escuchar canciones súper tristes? Mira que tengo otra lista que se llama Cheer me up! pero esa la pongo sensiblemente menos.

Bueno, pues llegué a casa como a las 23 e inmediatamente me llamó él. Que qué tal el viaje, que llevaba toda la tarde pensando en mí, que casi no había podido trabajar porque estaba muy triste y que teníamos que hacer algo. La conversación fue un poco la misma. "Es una locura, Álex, lo siento". Y aquí acabo nuestra conversación.

Me fui a la cama porque estaba reventado y al día siguiente tenía que trabajar. Me agarré a la almohada con fuerza y me quedé dormido. Cuando me levanté, por la mañana, me había mandado un mensaje, en plan que no podía ser, que no podíamos dejarlo así. El martes hablé mucho con mis amigos, y la conclusión fue radicalmente diferente. Que sí, que Lisboa no es Barcelona, Bilbao, Chinchilla o Murcia, pero que qué se le va a hacer, que el mundo es así y que así están las cosas. Y lo más importante: ¿y si ahora lo pasas fatal y luego te tiras toda tu vida pensando en lo que podría haber sido y no fue?

Pues es verdad. No podría soportar eso. Prefiero pasarlo mal, pero mantener algo que visto lo visto, me tiene completamente atontado. No sé, es la primera vez que me da así de fuerte con alguien, pero creo que merece la pena intentarlo y ver qué sale. Por muchas vueltas que le dé a las cosas, por muy racional que intente ser con esto, creo que no puedo abstraerme. Lo voy a pasar fatal, porque aunque no soy celoso lo más que vamos a poder vernos (y eso si podemos) es una vez al mes. Pero menos es nada.

Espero que se pueda venir a Madrid a vivir pronto. Eso sería la releche. De momento, veremos a ver qué tal discurre esto.

Estoy acojonado. Pero estoy feliz. Aquí acaba empieza mi aventura en Lisboa.

jueves, marzo 15, 2007

Diario de viaje (III): Lisboa - Merde à l'amour

Como he notado una apabullante subida de visitas en este blog (Google Analytics dixit) creo que voy a resolver ya -al menos en parte- esta novela a medio camino entre Danielle Steel y Barbara Woods. Más que nada para evitar infartos de corazón y eso. Hoy termino con el viaje a Lisboa y mañana os cuento en qué ha quedado todo.

Finalmente, tuvimos una noche libre: la del sábado. Había visto a Álex todo el día en la pasarela, y nos habíamos sonreído un par de veces. Vamos, lo normal. Fui con el grupo de periodistas al Barrio Alto a tomar unas copas, y para mi sorpresa, él también apareció allí. Le pedí que por favor me llevase a un banco, ya que él era el único que conocía la ciudad y esta fue nuestra sorprendente conversación:
- Please, could you take me to an ATM? I'm running out of money.
- Tés os olhos mais bonitos que eu vi a minha vida.
- Ah! Obrigado.

No sé si estará bien escrito, porque yo de portugués ni guarra. Pero os hacéis la idea. Lo mejor de todo fue mi respuesta, que me cogió totalmente desprevenido. "Ah! Gracias" no creo que sea la respuesta correcta. Estoy seguro de que no lo es.

Total, que me acompañó a tres bancos seguidos (corrijo: las calles de Lisboa no son un infierno barroco, el verdadero infierno está a la hora de sacar dinero, que suele ser lo único que echo de menos de España cuando viajo fuera, porque aquí hay bancos hasta debajo de las piedras) y cuando lo conseguí y volvimos al bar en el que estábamos me dio un beso, primero en la mejilla, y ante mi sorpresa al cuadrado, me plantó uno en los morros mientras se reía. Yo, que no pierdo el viaje, me di (¡¡¡al fin!!!) por aludido y me lancé a darle un muerdo de esos de película de Humphrey Bogart o Clark Gable. En ese momento, estaba flotando en las nubes.

A la hora o así me dijo que estaba cansado, que al día siguiente curraba (y yo tenía que ir a una exposición de arte en Sintra, la verdad) y que tenía que irse a dormir. Puse cara de seta y me dijo "¿te apetece dormir conmigo?". Ahí fue donde, ciertamente, perdí mi cabeza. Nos fuimos a mi hotel, nos tumbamos en la cama, y nos pasamos más de una hora dándonos besos, pero besos de amor. Se durmió acurrucado en mi pecho y yo no me moví en toda la noche, porque cada vez que me despertaba podía oler su pelo y tocarlo, y me sentía inmensamente feliz.

Al día siguiente, después de la exposición, fuimos a la pasarela de nuevo. Y allí ya fue como yo que sé, como si fuéramos pareja de toda la vida. Cada vez que me veía me daba un beso, o me abrazaba por detrás y me daba besos en el cuello... en fin. Yo estaba que ni me lo creía.

Aquella noche era la fiesta de clausura, en el Lux Frágil, una discoteca de Lisboa muy chula. Era todo de la barra libre y de la buena música, pero nos terminamos marchando pronto, porque el al día siguiente él tenía que entrar a trabajar a las 10. Repetimos la misma operación: durmió en mi hotel y fue fastuoso, aunque yo estaba un poco borrachín aquella noche y la verdad es que no me acuerdo muy bien de todo. Qué mala es la ginebra, más que nada porque yo siempre bebo ron, pero como no había rones spónsor, pues nada.

A la mañana siguiente se largó y yo me quedé durmiendo mi pedal. Quedamos para comer y despedirnos. Comimos juntos, nos dijimos cuatro cosas bastante tal: "no entiendo que tenga que enamorarme de una persona que vive a 1000 kilómetros de mí". "Ya, yo tampoco. Es una mierda". "No entiendo esta velocidad de enamoramiento, yo nunca he sido así, pero...". "Yo sé que es mucho pedir... ¿estás dispuesto a esperarme? Quiero trasladarme a Madrid, era mi primera idea al venir a Europa". "Pues no lo sé". Y solté aquella frase tan hortera, pero que he comprendido al 100% durante este viaje: "mi corazón me dice que te espere, pero mi razón me dice que es una puta locura, y que va a ser terrible". Como decían La Buena Vida: Lo que dicte el corazón, aunque sea pedir perdón, me parece una opinión muy distinguida...

Me quedan varias dudas: ¿Es mi enamoramiento -inusualmente rápido en mí- una pura cuestión de como no puedo tenerlo, lo quiero? ¿Contribuyó que ambos supiéramos que nos íbamos a separar en dos días a que nos idolatrásemos profundamente? Pues no sé.

Total, que nos despedimos y yo hice lo que nadie debería hacer pero todo marica hubiera hecho: plantarme las gafas de sol, ponerme a Damien Rice a todo volumen en el iPod y caminar por las calles de Lisboa hasta mi hotel, echando lagrimones como puños y sintiéndome fatal. Vaya tela.

La tarde fue de lo peor, aunque por suerte pude hablar con Sebastian, el fotógrafo neoyorkino, que estaba exactamente en el mismo punto que yo con una chica también de la organización. Me dio ánimos y yo me fui al aeropuerto entre mensajes de "te voy a echar mucho de menos" y cosas así.

El viaje de vuelta, que solo duró una hora, fue el peor de mi vida. El peor.

Y mañana, el desenlace total. ¿Os ha gustado la entrada kilométrica?

miércoles, marzo 14, 2007

Diario de viaje (II): Lisboa. Aguas do Março

Nos habíamos quedado en, creo recordar, mi comida. Al final, decidí comer cerca del hotel, porque no me apetecía moverme mucho. Estaba derrotado y necesitaba una pequeña siesta, así que comí por los alrededores, que eran un poco como Azca pero sin Burguer Kings ni nada. Por lo tanto, entré en una especie de cafetería kitsch y cutre en la que me dieron una medio sopa de espaguetis con berberechos y calamares que no estaba muy buena, pero que me comí con ansia porque tenía un hambre que te cagas. Me eché una siestecita y a las 17.30 pasaron a recogerme por el hotel. Allí conocí a todo el grupo de periodistas que iban a pasar conmigo el fin de semana.

En contra de lo que yo pensaba, no había mucho snob y todos eran fastuosamente simpáticos. Alguna mamarracha sí había, pero a eso te vas acostumbrando poco a poco. Luego, eso sí, descubriría que la más mamarracha de todas era la persona más simpática del mundo, pero tiempo al tiempo. También conocí a un fotógrafo neoyorkino muy guapo con el que inmediatamente hubo una gran atracción. Y no me refiero a sexo, me refiero a que me contó cientos de cosas personales durante todo el fin de semana, hasta el punto de que me he terminado planteando si elegí mal mi carrera: debería haber sido psicólogo. Vimos muchos desfiles y luego nos largamos a una fiesta de inauguración que no estuvo mal, pero que no terminó de convencerme. Allí conocí a Sergio, un periodista brasileño que creo que viene a ser un poco mi alma gemela en las antípodas, porque hay que ver qué de cosas teníamos en común.

El viernes por la mañana remoloneé un poco hasta que llegó el momento de salir a comer, todo a cargo de la Oficina de Turismo de la ciudad de Lisboa. Estuvimos en un restaurante de comida "mineira", en el que todo tenía bien de grasa, lo cual me venía fenomenal para mi resaca. Lo que no me venía tan bien fueron todas las caipirinhas que me metí para el cuerpo. Después, un paseíto por la ciudad y al hotel a preparase para los desfiles. Fue esa tarde cuando le vi, y ya no me lo pude sacar de la cabeza durante toda la estancia. Yo hablaba con Sergio y de repente apareció él, con su acreditación de la organización: Álex. Sergio y él eran amigos de Sao Paulo, y Álex se había marchado a Portugal a trabajar hacía un par de años. Estuvieron hablando en portugués un rato, contándose qué tal. Yo no podía dejar de mirarle, a ese chico con ese pelo tan negro, ese cuerpo tan bonito, esa sonrisa encantadora, varios piercings por todo el cuerpo y todos esos tatuajes en los brazos. Sergio nos presentó y yo quedé bastante como un completo imbécil, porque el tío me gustaba tanto que fui incapaz de articular varias palabras seguidas. Me dije a mí mismo "acabas de quedar como un completo gilipollas. Olvídate de tener nada con este tío tan guapo". Sin embargo, estaba bastante confundido, porque mi timidez le pareció la cosa más cute del mundo. Aquella noche nos vimos poco en la fiesta de uno de los diseñadores, pero hablamos un ratito. No pasó nada, precisamente porque lo mejor estaba por venir.

martes, marzo 13, 2007

Diario de viaje: (I)

He escrito un pequeño diario de viaje durante mi estancia en Lisboa. Os informo desde ya que hay bastante miga, pero que se va a ir descubriendo poco a poco. ¡Qué remedio! Vengo con bastante síndrome de Estoeselcolmo Estocolmo, y solo voy a adelantar una cosa: durante este viaje hay un flechazo mortal, de esos que te dejan noqueado. Regresé ayer, así que hoy estoy de un bajón considerable... Pero bueno, ya iréis descubriendo de qué va todo esto...

Diario de viaje: Lisboa - Quinta Feria

No sé cómo cuentan los días aquí. Todavía no me he enterado, tengo que preguntar. Ya he llegado a Lisboa, y la verdad es que el vuelo y todo eso bien. As usual.

La ciudad es un infierno de calles y laberintos. Lo peor es que al llegar al hotel, como era excesivamente pronto, me han dicho que las habitaciones no estaban listas. Así que he decidido salir a dar una vuelta, y aunque no me arrepiento, sí un poco, la verdad. Se han quedado con mi equipaje, pero al final me he llevado el ordenador a rastras y ha sido un puto infierno barroco. Creía que se me iba a dislocar el hombro, de tanto peso.

Luego el plano que me han dado era una mierda, y encima no tenía ni zorra de dónde ir. He callejeado hasta que he llegado al Barrio Alto, pero a las 11 de la mañana, pues tú me dirás. A esas horas la gente o está trabajando o más bien está viendo a la Ana Rosa portuguesa, esto es, Ana Rousa.

Finalmente, me he decidido a comprar una guía de Lisboa, más que nada para no dar vueltas sin sentido. Pues VAYA TELA hasta que he encontrado la Fnac, y eso que estaba DELANTE MÍO. Pero es que con tanta calle y tanta cuestecita, ni me había fijado. Encima, tal y como soy yo, me voy tropezando con todos los adoquines, como es normal.

Al final se me ha hecho la una, entre pitos y flautas, y sobre todo entre ofertas de hachís y coca, que digo yo que 1) qué fuerte que aquí te ofrezcan drogas en los sitios tan céntricos así como quien no quiere la cosa y 2) es definitivo: vaya cara de drogadicto que tengo.

Me he venido al hotel, y menuda habitación que tengo en el piso 19, en plan a tutiplén. Lo malo es que para tener Internet, tendría que haber traído el cable Ethernet desde casa, porque la Wi-fi solo es en el vestíbulo. Preguntaré luego si me pueden prestar uno, aunque igual por no pagar me bajo todo el rato al vestíbulo.

Ahora voy a comer, que ya me han traído el press kit y sobre todo, los regalos que me hace Moda Lisboa: un jabón de Oporto y una manta de diseño súper chula que va a quedar fetén en mi cuarto de mi casa nueva. He visto los horarios y OMG!, hay fiestas todas las noches, en las que disfrutar y beber hasta morir. Voy a terminar reventado.

PD: Pues los portugueses no son nada feos!!! Poco interactivos, pero bastante guapetes, en plan morenazos con bien de pelo por toda la tela. Me da vergüenza hablar en español, pero como el portugués tendría que inventármelo y cuando hablo en inglés, finalmente terminamos chapurreando lusoñol, pues nada.

miércoles, marzo 07, 2007

Ayer sufrimos las consecuencias de las malas noticias en torno al follódromo nuestra casa, que a partir de ahora denominaremos Gáyer Ville. Resulta que llamamos ayer a Gas Natural y la respuesta fue más o menos "¿la casa de Ann, Flat y Farala en la Calle Puturrú de Fuá, 15? Uy pues no me consta nada, ¿eh?". Claro, el cabreo fue considerable, y estos terminaron haciéndose un Ikea* en el buzón de voz de nuestro casero, porque sabiendo lo que pasaba desde el mediodía, lo más normal es apagar tu móvil a partir de las 9 de la noche, no sea que a tus inquilinos les dé por llamar para arreglar la situación.

Me imagino que al final terminaremos discutiendo con él y haciendo los típicos silencios telefónicos rollo mujer despechada, pero es que esto ya no tiene nombre. Os lo juro, no hay nada más sinvergüenza que un nuevo rico. Yo ya no, a partir de ahora todo de tratar con gente pobre, que en realidad es con la que me llevo bien. Es que esta gente, en cuanto juntan cuatro duros van con unos aires de grandeza bastante desagradables, así que prefiero tratar con mileuristas, que en el fondo somos más honrados. O no, pero si te roba un pobre, el dolor es menor.

Total, que la mala hostia no me la quita nadie. Y encima hoy tengo que hacer miles de cosas antes de marcharme, entre las que destacaremos cortarme el pelo, comprar condones y preparar mi maleta. Cortarme el pelo porque está a punto de empezar a rizárseme (¿esta palabra existe?), que llevo unas greñas considerables. Comprar condones porque no tengo en casa y espero necesitar durante estos cinco días y hacer la maleta por motivos evidentes.

Me apetece mucho Lisboa, pero me apetece poco trabajar todos los días (finde incluido) de 12 a 22. Vale que no es que vaya a picar a las minas de Wolframio, pero en el fondo toda esta mariconada cansa. De todos modos, ya he hablado con uno de mis amigos del Erasmus que es Lisboeta y me ha prometido sacarme a ver mundo.

Aun así, se aceptan todo tipo de sugerencias sobre Lisboa. Soy un libro abierto. Eso sí, tengo que decir que ya he cambiado mi ciudad en mi perfil del Eurojunior** y los Lisboetas no es que sean muy proactivos, son más bien propasivos o vaya usted a saber, porque nadie me habla. No sé si es que me ven feo, les doy miedo, piensan que soy bobo, pasan, son tímidos o les intimido. Pero chico, qué de pocos mensajes he recibido, qué lástima.
*Hacerse un Ikea: Ponerse rollo marica chunga a despotricar para que te hagan caso de una vez.
**Eurojunior: Pues una página de contactos, qué va a ser.
[Mood: Ay Dior, qué indecisión]
[My iPod says: Air - Left Bank]

lunes, marzo 05, 2007

Hoy no me puedo levantar

He tenido un fin de semana de lo más tranquilo, porque todo lo que he hecho ha sido pasearme del sofá al baño y del baño al sofá. Como un médico me dijo una vez, he tenido esa enfermedad de la que no se salva nadie, ni el Rey. Un horror, porque había hecho muchos planes este fin de semana y todos han quedado empañados por mi salud gastrointestinal. La tragedia se mascaba ya el jueves, cuando de motu propio le pedí a mi madre una cena de esas de dieta blanda, y el viernes, según me bajé del autobús en Moncloa, fui al baño, me arrodillé, me comí un rabo (que ya sabéis cómo están las cosas en los baños públicos) -ya me hubiera gustado tener estómago a mí para eso- me dieron dos o tres arcadas, me levanté del suelo y me cogí un autobús de vuelta a mi casa. Todo muy fastuoso.

Así que me he pasado el fin de semana haciendo zapping entre Urgencias, capítulos pasadísimos de Hospital Central, Anatomía de Grey y Bones. Ya me he dado cuenta de lo que voy a sufrir en mis días de enfermedad en la nueva casa, cuando tenga solo pueda elegir entre la Ana Rosa, la Ballester o la Campoy. Aunque la cosa mejora a mediodía, cuando se incorpora Curry Valenzuela a la parrilla. Esa mujer, que de roja era comunista la hijadeputa y ahora se dedica a lo que se dedica. Y luego se extrañan muchos de lo de la Operación Malaya. ¡Por favor! Si esta muerta de hambre se cambió de bando por un sueldito de nada, ¡¡¡imaginaos lo que es capaz de hacer la gente por millones y millones de lereles!!!

Por lo demás, estoy un poco intranquilo. En casa todavía no hay gas, y todavía no he cogido yo el teléfono para llamar a la empresa suministradora- cuando lo haga se cagan-, porque tengo la esperanza de que lo pongan hoy. Y es que el jueves parto en viaje de negocios hasta el lunes, a pasarme todo un fin de semana en Lisboa porque sí, y la verdad es que me gustaría más que el trayecto al aeropuerto fuese desde mi casa en el centro que desde mi casa en el extrarradio, que lo segundo me va a costar un pico.

Como veis, tengo poco que contar. Aunque si os hace, podemos hablar de lo de Iñaki de Juana Chaos, que por lo visto es súper tendencia. Yo tengo una opinión muy formada, pero después de discutir solito con la tele todo el finde, me he aburrido de contarla. Personalmente, prefería que no se muriese en prisión. Por si las moscas.

Como veis, estoy intentando por todos los medios salir en Libertad Digital, à la Jenesaispop.
[Mood: Descentrado, después de tantos días fuera]
[My iPod says: The Cardigans - You're the storm]

jueves, marzo 01, 2007

He visto un pobre

De camino a mi trabajo (desde la estación de metro hasta la puerta, que habrá como unos 7 minutos o así), me encuentro siempre a un tipo que pide para tomarse un café en el Jamaica que hay al lado. Este señor tiene bastante arte con este tema, no creáis, porque pide a grito pelado y como cantando: "Unaaaaaaa moneeeedaaaaaaaaa... para tomar caféééééééé conlecheyunbollooooooooooooo... en el Jamaicaaaaaaa". Y así en un bucle continuo. Mientras pide, merodea alrededor del Jamaica dando pasitos muy pequeños.

Por regla general, y a diferencia de mucha gente, a mí los mendigos ni me dan pena, ni me compadezco de ellos ni me repugnan. Me provocan angustia, aunque suene raro decirlo. Evidentemente, a veces ves cosas que te dejan el estómago volcado, que no es que yo sea un insensible... Lo que pasa es que desde muy pequeño me acostumbré a pensar que muchos de los que están en la calle, lo están porque las cosas les han ido mal, y que en realidad, eso le puede pasar a cualquiera. Vamos, que lo que siempre he pensado es que cualquier día yo puedo acabar igual, así que mi ego crece y me angustio al verme en la calle cualquier día; en lugar de empatizar con la persona que tiene el problema. Yo es que tengo mucho arte para estas cosas. Que conste, eso sí, que yo empatizo siempre con todo el mundo, porque lloro hasta con los anuncios de detergente que son tristes.

A lo que íbamos: que desde el lunes, este señor que pedía en la puerta del Jamaica había desaparecido. Ayer ya me empecé a preocupar un poco, e imaginaba que le habría pasado algo. Sin embargo, esta mañana, justo al salir de la estación, he oído su característica cantinela.

No le conozco de nada, y la verdad es que -conscientemente- nunca me había preocupado por él... pero la verdad es que me he alegrado muchísimo al ver que está bien. Como mi economía no anda muy boyante, nunca le daba nada (además, nunca suelo dar dinero a nadie) pero hoy le he soltado una moneda de dos euros, para que se pueda tomar su cafecito y su bollo en el Jamaica.
[Mood: Hoy tengo que pagar el alquiler y me estoy poniendo enfermo.]
[My iPod says: Patrick Wolf - Accident & Emergency]